sábado, 21 de enero de 2017

Enero

“Quien pasa el mes enero, pasa el año entero”, asegura un refrán español. Sin embargo, para la mayoría, este mes se presenta con una pendiente espinosa y ardua de superar: la cuesta de enero. Tras las fiestas, volvemos a la dura realidad, toman cuerpo los excesos cometidos, el banco nos masacra con los cargos de la Visa y hay que emplearse a fondo para llegar al día 31.

Por si fuera poco, el comercio nos atosiga con tentadoras rebajas en ropa, electrónica, viajes… dando salida a lo que no pudieron vender en Navidad. Según unos, auténtico maná caído del cielo y, para otros, erosionando aún más nuestra ya lamentable economía.

enero 2En ciertos países, los servicios con precios fijados o regulados por la administración, digamos el transporte público, correos, peajes y tasas administrativas, aumentan de precio durante este mes. También lo hacen los productos de los llamados sectores estratégicos, como la electricidad, el gas y las telecomunicaciones.

Las subidas de impuestos, en su caso, nos afectarían igualmente en enero, al iniciarse el calendario fiscal. Un verdadero desastre para el sufrido ciudadano, de a pie o súbdito de su majestad.

En 2005, un investigador de la Universidad de Cardiff, en el Reino Unido, llegó a la peregrina conclusión de que el tercer lunes de enero es el día más triste del año y decidió etiquetarlo como Blue Monday, transcribiendo el adjetivo blue, en español, como “triste” o “deprimente”, a la manera e intensidad de los mejores blues del jazz americano.

Para alcanzar este afligido desenlace desarrolló una fórmula [1] en la que, con escaso orden y ningún concierto, manipuló variables como el clima, el salario, las deudas, el tiempo transcurrido desde Navidad, la motivación y lo que él denominó la "necesidad de reaccionar". Algunos opinan que la ecuación es estúpida y ni siquiera tiene sentido matemático. Con toda seguridad, su autor nunca pretendió que lo tuviera.

Aun así, comprobar que no hemos puesto manos a la obra para sacar adelante ninguno de los propósitos de año nuevo tras esos 21 primeros días cruciales que los expertos dicen que cuesta adquirir un nuevo hábito– y el hecho de que sea lunes, son elementos adicionales que podrían converger para que, en ese jodido día, nos parezca que la vida no es más que una estafa de gran calibre.

Enero1Tal vez la fecha nos pudiera servir, y no es poco, para inducirnos a reconsiderar el último intento fallido de eliminar un mal hábito y vigorizar nuestros objetivos de año nuevo para, por ejemplo, dejar de fumar, acudir a un gimnasio, aprender inglés, encontrar nuestra media naranja o melón– o cambiar el mundo. Con motivo de este fenómeno de la pseudociencia, los expertos nos ofrecen los mismos consejos de siempre para superar esos días en los que uno se siente el tipo más miserable entre los miserables.

Cliff Arnal ha abandonado la universidad [2] y trabaja ahora como “consultor de felicidad”, especializado en este tipo de ecuaciones sin ningún fundamento. Recientemente calculó el día más feliz del año, que es el tercer viernes de junio en el hemisferio norte, debido al mayor número de interacciones sociales, al tiempo, a la naturaleza, al recuerdo de los veranos de la infancia y a la anticipación de las vacaciones gracias al viaje reservado en enero, imagino–. También ha cocinado la fórmula para el juguete perfecto y para el fin de semana ideal.

Que nunca faltan charlatanes, curanderos y vendedores de crecepelo.


IMÁGENES: Esta vez creo que no necesitan ningún comentario.

[1] La fórmula: ((W+D-d)Tq) / MNa, donde "W" es el factor climático, "D" las deudas que nos dejan las navidades, "d" el dinero cobrado en enero, "T" el tiempo transcurrido desde el final de la Navidad, "q" el tiempo transcurrido desde el último intento fallido de eliminar un mal hábito. Finalmente, "M" son las motivaciones del individuo y "Na" la necesidad de actuar para cambiar la vida.

[2] La Universidad de Cardiff informó, en un comunicado de prensa, que Cliff Arnall fue un profesor a tiempo parcial que abandonó la universidad hace algún tiempo.

Fuentes: BBC, El Mundo, El País, Muy Historia y Wikipedia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy acertado.
Gracias.

Guillermo dijo...

No sé cual será el día más triste para los demás, pero para mí fue el viernes 13 de enero. Se dio la extraña circunstancia de que a pesar de que la temperatura era de 0 grados, la precipitación se produjo en forma de lluvia, y no de nieve, como cabría esperar. Y en cambio muchas otra comunidades disfrutaron del bello polvo blanco.
La nieve es como muchas cosas en esta vida: el que la tiene la aborrece, y el que no la tiene la añora...