sábado, 31 de enero de 2015

Cooperación internacional

En un país africano imaginario al que bien pudiéramos llamar Bongo, un joven emprendedor de nombre Kuyate fabrica y vende semanalmente unas 500 mallas mosquiteras. Da empleo a 10 personas quienes, a su vez, mantienen a más de 15 familiares cada uno, como sucede en la mayoría de los países de aquel continente.

malla 1

La materia prima, tejido de algodón cultivado localmente, se la facilita una incipiente industria textil vecina, propiedad de su amigo Fassoko, y el repelente anti-mosquitos con el que se debe impregnar la malla se lo compra a otro amigo, Dumbia, quien lo produce artesanalmente a base de hierbas y cocciones de la amplia herborística tradicional. Los tres fueron compañeros de clase en el colegio de la misión católica de los hermanos de no sé qué, estudiando seriamente con la ilusión de montar un negocio juntos cuando fueran mayores, sin depender de jefes blancos déspotas y analfabetos ni de jefes negros analfabetos y déspotas.

Entre Fassoko y Dumbia emplean a otras 10 personas, con lo que ya tenemos un total de 20 asalariados, sin contar los cultivadores de algodón, recolectores de hierbas, proveedores de garrafas para el líquido repelente, etc. Se puede asegurar que el pequeño negocio del amigo Kuyate da de comer a cerca de 400 personas relacionadas, directa o indirectamente, con la actividad.

Mujeres touaregs

De pronto llega una ruidosa estrella de cine de Hollywood –grandes tetas de silicona–, de esas a quienes les gusta que la prensa publique alguna foto suya acariciando a un niño negro, a ser posible flaco, sucio y con moscas en la boca. La diva, durante sus minutos de gloria, consigue que algunos gobiernos occidentales faciliten el envío de 100.000 mallas mosquiteras a Bongo, para combatir al mosquito portador de la malaria. Las mallas llegan y se distribuyen a través de una ONG internacional. La buena acción está hecha, y la diva y la ONG se felicitan mutuamente y se cuelgan unas supuestas medallas como premio a tan notable acción en favor de uno de tantos países que parecen condenados a no despegar.

Desgraciadamente, con el mercado inundado de mallas extranjeras, nuestro fabricante no puede vender las suyas y se ve obligado a cerrar, arrastrando consigo a toda la cadena de pequeñas industrias, artesanos y proveedores. Sus trabajadores no pueden continuar manteniendo a las personas que dependen de ellos y que ahora quedan a merced de la caridad.

malaria 3En tres o cuatro años, como mucho, las mallas anti-mosquito importadas se rasgarán, se estropearán a la intemperie y dejarán de servir. Entonces, el mercado estará desabastecido, aumentarán los casos de malaria y los tres amigos emprendedores, que han asimilado ya la amarga lección del apoyo internacional, estarán dedicados a otros negocios con menores riesgos de intrusión, sin ningún interés en volver a las andadas.

Se trata de una paradoja que pudiéramos llamar “cortoplacista”. Como se ve, una intervención eficaz a corto plazo no ha producido ningún beneficio a largo plazo. Peor aún: ha anulado completamente la frágil oportunidad de desarrollo sostenible funcionando en Bongo en aquel momento. La situación general ha empeorado sin paliativos.

En casi todos los proyectos de la cooperación internacional –de cuya tropa he formado parte durante muchos años–, las evaluaciones de la ayuda siempre dan la impresión equivocada de que la actividad ha sido un éxito: pura ilécebra para donantes. En realidad, la eficacia de la ayuda se debería medir, con absoluto respeto al entorno, por su contribución al desarrollo a largo plazo, y por la cantidad de gente que se logra extraer de la pobreza de una manera cierta, sostenible y consolidada.

Cuando se observa a través de esta lente, la cooperación deja siempre mucho que desear.


IMÁGENES: Arriba, malla anti-mosquitos. Centro, mujeres con niños cerca de Bamako (Malí). Abajo, anuncio de una de tantas campañas contra la malaria.

Para conocer la problemática de la ayuda internacional en África, recomiendo el libro Dead Aid, de Dambisa Moyo, Ed. Farrar, Straus and Giroux, NY, 2009: Why aid is not working and how there is a better way for Africa.

sábado, 17 de enero de 2015

Meteorognomía

Sorprende que el diccionario de la RAE no le haya dedicado una entrada a esta pseudociencia que podríamos definir como el conocimiento empírico de los fenómenos meteorológicos. Desconcierta esta negligencia, más cuando España, precisamente, guarda una riquísima tradición meteorognómica en todas sus regiones: “cuando canta el mochuelo, se moja el suelo”, “cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo”, “si llegan las golondrinas, tienes el verano encima” “mayo caliente y lluvioso, ofrece bienes copiosos”… por citar unas pocas muestras.

Calendario ZaragozanoSe trata de una herramienta predictiva de gran potencia –dicen– en los plazos largos, una “ciencia” de observación perteneciente a las primeras etapas del desarrollo de la meteorología. Debió surgir en las culturas neolíticas, cuando el drástico cambio climático obligó a la humanidad a ejercer la agricultura y el pastoreo. Ambas actividades requieren situarse en el tiempo para sembrar y hacer las labores en los momentos adecuados, conducir los rebaños a zonas más propicias en ciertas épocas del año, etc. Fue entonces cuando se planteó la necesidad de establecer patrones del tiempo atmosférico que permitiesen conocer satisfactoriamente la datación precisa de cada estación del ciclo anual.

En la incipiente televisión española en blanco y negro de finales de los 50, la predicción oficial corría a cargo del primer “hombre del tiempo” que tuvimos en nuestro país, el meteorólogo Mariano Medina, un tipo simpático, telonero en los telediarios de la época frente a un mapa de isobaras que se dibujaba, para cada noticiero, a mano alzada. Con todo, la prensa y la radio de mi tribu del norte preferían a Jacinto Sagarna, más conocido como “el pastor del Gorbea”, en referencia al lugar de la montaña vasca donde, de joven, apacentó su rebaño de ovejas.

mateo marianoAmbos, Mariano y Jacinto, colisionaron un día en una predicción en la que el primero aseguró lluvias para el fin de semana, mientras que el pastor prometía unos días soleados. El meteorólogo se comprometió en pantalla a que, si no llovía durante el fin de semana, se afeitaría su poblado bigote. Así fue: el lunes, el bueno de Mariano Medina apareció en la tele sin mostacho, y nunca más se lo volvió a dejar crecer.

Obviamente, en la época, los predictores oficiales no contaban con los Meteosat actuales, el “gran hermano” espacial que vigila, escruta y analiza múltiples aspectos de nuestro planeta. No sé, sinceramente, cómo podrían, con qué elementos contaban entonces para desarrollar aquellas predicciones. Sea como fuere, el método básico del pastor del Gorbea eran las témporas, muy extendidas en las montañas vasconavarras, que pronostican el tiempo de cada estación partiendo de lo acontecido el miércoles, viernes y sábado previos al equinoccio y al solsticio, y en la observación de los vientos, nubes, humos, plantas y animales: “si el rebaño se aprieta, lluvia segura”. No se conocen estudios documentados que avalen este método.

meteo pastorUn fin de semana, nos fuimos de excursión familiar, de aquellas con tortilla de patatas y pimientos verdes fritos, al monte Gorbea. Andaba yo muy ilusionado por conocer al pastor y plantearle unas cuantas preguntas que me bullían en la cabeza. Decepción: hacía ya muchos años que sus pronósticos se cocían en un pueblecito de La Rioja donde tenía una bodega y, supongo –malevo–, que tal vez los vapores del tempranillo y la garnacha tendrían algo que ver con las témporas.

Mi padre decidió echarle un pelín de aventura a la expedición y pernoctamos en la cabaña de uno de los pastores: sin ventilación, con un olor insoportable a leche cruda, cagarruta de oveja, boñiga de vaca y uno especial que se metía muy dentro, el de los quesos madurando en un rincón oscuro del habitáculo. No nos faltaron pulgas, ratones y lirones mitxarroak, enemigos de quesos y hogazas.


IMÁGENES: Arriba, Mariano Medina, el primer "hombre del tiempo" en la historia de la TVE y, sin duda, el más popular, con casi treinta años de labor profesional (1956-1985) frente a las pantallas de televisión, donde demostró su capacidad de comunicación y su rigor profesional. Centro, el Calendario Zaragozano, una publicación anual española que incluye una predicción meteorológica no científica para el periodo de un año, se viene editando desde 1840 y es muy popular y reconocido entre la gente del campo. Abajo, un pastor en el monte Gorbea (1.481m).

sábado, 3 de enero de 2015

Hijos de puta

Con el paso del tiempo, algunas palabras van cambiando de sentido, y actualmente no se tienen por afrentosos ciertos términos que en otras épocas se consideraron injurias insoportables. Son agresiones verbales que han ido perdiendo fuerza. Un ejemplo evidente de la pérdida de significado es, sin duda, la frase “hijo de puta”. Una jueza de Mallorca sostiene que quien la pronuncia no tiene ninguna intención de dar a entender absolutamente nada “sobre la madre de quien la soporta”. La magistrada interpreta que la frase no es injuriosa, sino una expresión propia de la mala educación, “una grosería que responde a la falta de principios que se va adueñando paulatinamente de la sociedad en que vivimos”. No sé qué es peor.

Noe hijoputaLa locución “hijoputa” o “hijo de puta” está considerada uno de los tacos o insultos más utilizados en el idioma castellano. Según algunos lingüistas, su ambivalencia como ofensa y como encomiástico data ya de la literatura del Siglo de Oro, basándose en la definición de Gonzalo Correas quien, en su “Vocabulario de refranes y proverbios” definía “hijo de puta” o “hi de puta” como una expresión que se empleaba “encareciendo o alabando en bien o en mal”.

En efecto, en una de las obras cumbre de la literatura del siglo XVII, “Don Quijote de la Mancha”, se emplea, en castellano antiguo, la expresión “hi de puta” en algunos pasajes, en uno de los cuales Sancho Panza alude a esta dicotomía alabando el vino que se está bebiendo:

-¡Oh hi de puta, bellaco, y cómo es católico!

-¿Veis ahí -dijo el del Bosque en oyendo el hi de puta de Sancho- cómo habéis alabado este vino llamándole hi de puta?

-Digo -respondió Sancho- que confieso que no es deshonra llamar hijo de puta a nadie, cuando cae debajo del entendimiento de alabarle.

Guillermo Sheridan, en su obra “Paralelos y meridianos” realiza una reflexión sobre el tema, concluyendo que “hijo de puta” es un insulto de varias bandas: se insulta al adversario por ser hijo de puta pero, por metonimia, se insulta a la madre, por puta, y al padre, por consentidor. Además, es un insulto gerundial, pues el hijo de puta lo fue al nacer, sigue siéndolo en el presente y lo será aún en el futuro. Un hijo de puta lo es a perpetuidad.

hijos de puta 3

En 1734, en el diccionario de la lengua castellana se explicaba el verdadero significado de las voces, destacándose únicamente el sentido peyorativo del término: "El que no es procreado de legítimo matrimonio". En el diccionario actual de la RAE, la locución significa “mala persona”, indicando que suele usarse también como insulto, sin reconocer ninguna benevolencia a la expresión.

El fisiólogo argentino Marcelino Cereijido, en su libro “Hacia una teoría general sobre los hijos de puta”, analiza la hijoputez como infamia universal mediante una perspectiva genética que no deja de lado la historia, la literatura e incluso la filosofía. Según su análisis, el afán por causar daño al prójimo es mucho más que un comportamiento cultural o psicológico, respondiendo a pautas y patrones que permiten un estudio de la maldad desde un punto de vista biológico. Con un lenguaje ameno, siempre apegado a la ciencia, el autor busca una explicación a tantas injusticias, mentiras, incursiones armadas y crueldades inauditas, a los castigos y tormentos infligidos a través de la historia y al maltrato cotidiano al que están expuestos millones de personas, víctimas de arbitrarias decisiones tomadas por genuinos hijos de la gran puta.

No te alteres si alguien te llama hijo de puta. No lo tomes por el corte –que ofende– sino por la empuñadura –que defiende–, pero no olvides vengarte en cuanto puedas, que lo cortés no quita lo valiente.

¡ Feliz 2015 !


IMÁGENES: Arriba, un hijo de puta en el arca de Noé durante el diluvio universal. Abajo, parece que esos dos hijos de… su madre, representantes de Cataluña y Gibraltar, nos felicitaron la Navidad pasada (lo digo por el árbol del fondo en esa “foto de la vergüenza”). Tal vez el primero –solo es un suponer- se llevó algún milloncejo a la colonia británica, paraíso fiscal conocido y reconocido, gestionado por el tipo de la corbata rosa. 

FUENTES CONSULTADAS: Todas las que se citan en el texto más el diario ABC de Madrid y Wikipedia. El último párrafo, “No lo tomes por el corte –que ofende– sino por la empuñadura –que defiende–” es de Baltasar Gracián, en su libro “Oráculo manual y arte de la prudencia”, escrito en 1647.