sábado, 19 de agosto de 2017

Analfabetos funcionales

El ayuntamiento de Sabadell —gobernado por un cuarteto de partidos independentistas: pestilente prédica del radicalismo separatista y xenófobo— encargó a un tipejo que se dice historiador, un informe en el que se aconseja al consistorio retirar del callejero de la ciudad el nombre de personajes como Antonio Machado, Francisco de Goya o Francisco de Quevedo, pues son “ejemplos paradigmáticos del modelo seudocultural franquista” que, según el historiador o lo que sea, debería corregirse.

También se plantea si deberían continuar en el nomenclátor Calderón de la Barca, Garcilaso de la Vega, Luis de Góngora, José de Espronceda, Ramón de Campoamor, Gustavo Adolfo Bécquer, Leandro Fernández de Moratín, Tirso de Molina o Mariano José Larra. Y de esta sinrazón independentista no se salvan ni las vírgenes. La Almudena, la Macarena o la Virgen de la Paloma también corren el riesgo de ser eliminadas del callejero del municipio barcelonés.

Sabadell 1

Como es costumbre en esta clase de podas, la propuesta llega envuelta en el halo de academicismo, cual si fuera una medida de naturaleza intelectual: basta con googlear “Josep Abad i Sentís”, el nombre de quien la ha redactado a buen seguro con faltas de ortografía—, para percatarse de la calaña antiespañola del personaje y del espíritu que anima la remodelación.

El periodista Carlos Herrera, en su programa matinal en la radio, se ha referido al tema reaccionando con ironía y sarcasmo: “Dicen que el calor reblandece las meninges. Es posible. Este verano nos estamos divirtiendo mucho”, ha comentado. “Hoy asistimos a una de las ocurrencias más delirantes y fascinantes. En Sabadell quieren quitar una plaza a Antonio Machado por ser "españolista" y "anticatalán". Tanto tonto concentrado en tan poco espacio llama la atención. En ese consistorio gobiernan ERC, CUP, Iniciativa, Podemos... ¡Fíjense ustedes qué pastores en la reunión! ¿No va a estar la oveja muerta?”, comentó entre risas.

Un catalán como Joan Manuel Serrat canta así a Antonio Machado: "Murió el poeta lejos del hogar, le cubre el polvo de un país vecino"... Machado murió en el exilio en 1939. Decir que fue “ejemplo paradigmático de la seudocultura franquista” es pura estulticia.

Sabadell 2Francisco de Quevedo y Villegas luchó durante toda su vida contra las maquinaciones y las maneras dictatoriales del conde Duque, lo que le valió el destierro:

"No callaré, por más que con el dedo,
ya señalando la boca, ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo".

Quevedo lloraba la pérdida de prestigio de España, que siempre consideró su patria. Muerto en 1645, trescientos años antes del nacimiento de Franco, acusarle de “modelo seudocultural franquista” supone analfabetismo, oscurantismo y barbarie en estado puro.

Sabadell 3El pintor aragonés Francisco de Goya fue un activo luchador contra el invasor francés, autor de críticas mordaces contra el inmovilismo, feroz fustigador de la incultura y el atraso de España. Muerto en Burdeos en 1828, afirmar cualquier tipo de conexión con el franquismo es ignorancia vergonzante.

En este punto, llegamos a la conclusión de que el nacional-catalanismo produce enajenación mental e idiocia profunda. Se necesita con urgencia una legislación de tipo psiquiátrico para identificar estas patologías y poner a los afectados a buen recaudo con la medicación adecuada.

“En España, de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa”, dijo Machado. Tal vez quiso referirse a Cataluña.

IMÁGENES: De arriba a abajo: Machado, Quevedo y Goya. ¡Demasiado para necios y analfabetos!

sábado, 5 de agosto de 2017

Reiniciando

Astrónomos australianos declaran
que la búsqueda de un planeta habitable
debe ser una prioridad en nuestra agenda global.

Supongamos -un suponer- que nuestro querido planeta azul, la Tierra, fuera devastado por una catástrofe natural, un misil de Corea del Norte o un asteroide con la órbita cruzada. Supongamos -otro suponer- que después de tantos años de vandalismo ecológico, por fin hemos conseguido hacer de nuestro planeta un lugar absolutamente inhabitable. Supongamos -un entorno presumible- que los cuatro gatos y pico que han sobrevivido se vean obligados a abandonar el planeta en busca de un lugar en el espacio donde establecerse y perdurar.

reinicindo 4En el caso de colonizar un exoplaneta, ¿cuánta gente haría falta para “reiniciar” la raza humana? Si nuestra civilización tuviera que empezar de cero, ¿sería posible hacerlo con dos únicas personas, como cuando Adán y Eva? Depende. Admitiendo que muchas desarmonías entre sexos opuestos se arreglan en la cama con cierta soltura y algunas habilidades, aun así, pudieran aparecer problemas insospechados: falta de atracción mutua, inapetencia sexual, enfermedad sobrevenida, discrepancias políticas, divergencias con la divinidad… Podrían nacer solo niños o solo niñas, en cuyo caso convendría ir olvidándose de lo del nuevo mundo.

En este supuesto “reinicio” de nuestra civilización, aparece un concepto biológico tradicional: para una especie amenazada, deberíamos preservar el mayor número posible de individuos en un hábitat adecuadamente protegido. Esto no siempre es viable, máxime cuando hay que resolver múltiples conflictos. Shaffer, un joven biocientífico norteamericano (1981), definió el número de individuos necesario para asegurar la supervivencia de una especie como “la mínima población viable, aislada, que tiene un 99% de posibilidades de persistir durante 1.000 años, a pesar de los previsibles efectos de estocasticidad -aleatoriedad- demográfica, ambiental y genética, así como catástrofes naturales”. Por debajo de esa cifra, la especie estaría abocada a la extinción.

REFUGIADOS

¿Cuál es el número mágico para esos posibles pioneros del espacio? Los investigadores han concluido que se necesitarían 160 personas para crear una población multigeneracional en el nuevo entorno. Añaden que, con cierta “ingeniería social”, la cifra podría reducirse a la mitad. Significaría esto seleccionar parejas heterosexuales fértiles y activas, prescindiendo completamente de aquellas sin capacidad reproductora.

Una preocupación potencial es que una población tan pequeña estaría expuesta a sufrir una reducción en la diversidad genética debida a la endogamia. No sería un factor significativo, siempre y cuando estos viajeros espaciales regresaran a casa -si aún quedaba alguien por allá- periódicamente o “interactuaran” con otros seres humanos, de un grupo distinto, al final de un período inicial -un suponer- de unos 200 años.

Sea como fuere, con una flota de especímenes humanos del tamaño de la población de un pueblecito muy pequeño, podríamos “reiniciar” nuestra cultura en otro planeta habitable.

Suponiendo que tanto ir y venir por el cosmos no nos hubiera dejado sexualmente inapetentes.

Un suponer.


IMÁGENES: Arriba, el impacto de un asteroide (composición de la NASA). Abajo, refugiados en busca de su “nuevo mundo”.

Fuentes: Vix, ScienceDirect y Ambientum.