sábado, 27 de septiembre de 2014

Invirtiendo en bolsa

Esta mañana no he salido a caminar porque estábamos envueltos en una tormenta de esas de otoño, empujando ya para ocupar su lugar hasta que llegue el invierno. Tampoco me he duchado porque dicen que no es bueno meterse bajo la ducha con tormenta, que puede caer un rayo cerca y se cuela por las tuberías del agua y te jode. O sea, que te deja literal y conceptualmente frito.

Por entretener la mañana, me he puesto a leer en internet un acervo de consejos supuestamente útiles e imprescindibles para invertir en bolsa con poco riesgo y me he quedado con dos que, según el autor, todo inversor debe conocer. El primero es un aforismo que dice: “Quien vende por necesidad, pierde por obligación”. El segundo se refiere al conocido principio de Murphy que sostiene que “si algo puede salir mal, saldrá mal”. Muy esclarecedor, como ven.

Acciones BancoMadrid864Con este trascendental bagaje de valiosos conocimientos, me he sentido ya competente y habilitado como para enfrentarme a la compra de unas acciones por internet. Las puedo vender también en la red y hacerme con otras. Es muy divertido, aunque me da un poco de miedo volverme un ludópata de esto de jugar en la bolsa y tener que ir a Tele 5 a contar mi caso en público y que se entere todo el mundo.

Andaba yo procrastinando un poco, que es un palabro que quiere decir “diferir” o “aplazar”, o sea, dejar para mañana y, para no dejarlo, me metí de lleno por donde la web de las acciones y ahí estaban esperándome como chocolatinas, como patatas chips de esas que no puedes comerte solo una. En fin, que en un plisplás me he convertido en inversor de bolsa –mirá vos–, inducido tal vez por el aspecto de la web del bróker, que me recordó al monopoly de mis –¡ay!– lejanos años adolescentes.

Poco a poco, se va haciendo uno con lo que llaman una “cartera de valores”, que no es más que una lista con los nombres de las acciones que tienes, para que mires en la sección de bolsa del diario lo que has ganado o perdido y te pases un rato jugando a comprar y vender y a conjeturar con la calculadora al lado, como si fueras un tipo importante. El valor de las acciones que has adquirido te lo quitan de la cuenta bancaria y te ingresan, cada tanto, unos beneficios que siempre te parecen míseros, marginales y calamitosos. Todo automático, todo como muy high tech.

Acciones Bilbao_-_BBVA_2Las compré del BBVA. Siempre me gustó ese banco y el edificio que tienen en la Plaza Circular, en Bilbao, muy cerca de la estación del ferrocarril; recuerdo de cuando viajaba yo cada día a sacarme el bachillerato, disfrutando de la modernidad a lo Liverpool de esta ciudad que apodábamos cariñosamente el bocho, porque está materialmente metida en un agujero. Fumando ideales o celtas bajo el imprescindible paraguas, como hongo protector del sirimiri, la llovizna de los vascos, lluvia fina y persistente como la garúa de los argentinos.

Es curioso eso de llamar “Plaza Circular” a la que, oficialmente, se denomina o se denominaba Plaza de España, pero ya se sabe que nombrar a España por aquellas tierras es como mentar al diablo. Hay por allí cerca otra plaza con preciosos parterres estilos francés e inglés: la Plaza de Moyúa, en honor del que fuera alcalde de Bilbao hace muchísimos años, y que casi nadie llama por su nombre sino Plaza Elíptica, aludiendo a su característica forma geométrica.

Volviendo al tema de las acciones, dejar constancia de que, invariablemente, he perdido dinero saliéndome de los plazos fijos y cosas de esas que te dan poco, pero que arriesgas menos. La última vez fue cuando la Cristina Fernández, presidenta de Argentina, me afanó las preferentes que tenía yo en Repsol YPF, que ya les conté. No sin esfuerzo, pude recuperar toda la plata en forma de bonos de la compañía española.

Tiburón financiero que es uno.


IMÁGENES: Arriba, acción del Banco de Madrid, de 1864. Abajo, torre del BBVA en la plaza de España de Bilbao, hoy plaza Circular; a la derecha de la imagen, monumento a don Diego López de Haro, fundador de la villa.

sábado, 13 de septiembre de 2014

La vida es un continuo

La primera vez que leí “la vida es un continuo” me sonó raro, y no fui capaz de percibir en conciencia el enorme calado de la expresión. El diccionario de la RAE me señaló que “continuo” significa “que dura, obra, se hace o se extiende sin interrupción”. En ello estamos.

vida 1Los efectos de la radiación ultravioleta y las tormentas eléctricas sobre las moléculas elementales de los gases atmosféricos de hace 3.000 o 4.000 millones de años, dieron lugar a otras moléculas cada vez más complejas: los aminoácidos y ácidos nucleicos que, probablemente, quedarían atrapados en las charcas de aguas poco profundas formadas en el litoral del océano primitivo, donde continuaron evolucionando y diversificándose [i]. Desde entonces, la vida no ha dejado de ser vida.

Cuando dos gametos de la especie humana, uno procedente del padre y otro de la madre, se fusionan, dan origen a un ser vivo. Vivo, porque vivos estaban los gametos –omnis cellula ex cellula [ii]– y de la especie humana porque humanos son sus progenitores. Es decir, surge un nuevo ser, pero no surge vida como un fenómeno nuevo porque en ningún momento ha dejado de haberla. De aquí que la vida es un continuo y que, rebobinando, llegaríamos hasta la célula primigenia, gracias a la cual nuestra existencia está unida a una cadena de vida sin interrupción.

vida 2

Un ser vivo pertenece a una especie y sólo a una y siempre a la misma durante todo su ciclo vital, que es el tiempo comprendido entre la concepción y la muerte. No se puede estar vivo sin pertenecer a una especie: otra cosa sería un absurdo, sin sentido biológico alguno. Así pues, durante todo nuestro ciclo vital somos humanos puesto que, si nuestros padres lo han sido, no podemos ser otra cosa.

Una ex ministra española [iii], socialista, oponiéndose a la futura norma que regulará el aborto, llegó a afirmar sin ruborizarse que el feto no es un ser humano, añadiendo que lo que quieren los grupos pro-vida es encarcelar a las mujeres y que la iglesia y la religión son los promotores del movimiento antiabortista.

No se necesita apelar a la teología ni a la iglesia ni a la religión para explicar la pertenencia a la especia humana de todo ser vivo engendrado por humanos. Se puede ser agnóstico o ateo y contrario al aborto, como es el caso del filósofo español Gustavo Bueno [iv], marxista y padre del materialismo filosófico, quien ha argumentado magistralmente afirmando que “defender el aborto es como defender la esclavitud” y que “el suicida dispone de su propia vida; con el aborto se dispone de una vida ajena”.

vida 4En la misma línea, el intelectual y filósofo socialista italiano Norberto Bobbio [v], en una entrevista en Il Corriere della Sera, manifestó contundente:

“Voy a citar dos derechos: el primero, el del concebido, es el fundamental; el otro, el de la mujer, es un derecho derivado. Para mí este es el punto central. El derecho de la mujer, que suele esgrimirse para justificar el aborto, puede ser satisfecho sin necesidad de recurrir al aborto, evitando la concepción. Pero una vez hay concepción, el derecho del concebido sólo puede ser satisfecho dejándole nacer.”

El aborto es un tema que debería tener sus bases en el respeto que toda vida merece. Sin embargo, algunas opciones políticas, quieren llevarlo hacia la religión y, de ese modo, hacernos pasar por meapilas a todos los que elegimos la vida. Lo que deberían hacer es aquello de lo que presumen, es decir, defender al más débil.

Dice mi mujer que, claro, como en este caso el más débil no vota, quizás no les resulte rentable.


IMÁGENES: Arriba, moléculas elementales. Centro, ser vivo perteneciente a la especie “homo sapiens”. Abajo, Norberto Bobbio en un sello del correo italiano. 

[i] Alexander Oparín, biólogo y bioquímico soviético: Teoría del origen de la vida.

[ii] Rudolf Virchow, padre de la patología moderna. Acuñó el término omnis cellula ex cellula: toda célula proviene de otra célula.

[iii] Se trata de Bibiana Aído que, según El Confidencial, trabaja ahora en la ONU Mujeres, cobrando entre 10.000 y 13.000 euros mensuales. Recuerden que el ex-presidente Zapatero donó a ONU Mujeres más de 200 millones de euros durante su mandato, tal vez para asegurar un puesto a gentecilla como la citada.

[iv] Gustavo Bueno en Forum Libertas.

[v] Norberto Bobbio en Solidaridad.