El tiempo nació en el mismo momento del bang primigenio. Sin embargo, a efectos prácticos, para nosotros el tiempo, el nuevo día, nace en Tonga y en otros territorios situados a lo largo del meridiano 180, que corre desde el estrecho de Bering a la Antártida atravesando verticalmente el Océano Pacífico. Este meridiano se conoce como “línea internacional de cambio de fecha” o IDL [1] por sus siglas en inglés. Cuando a la izquierda de esa línea son, por ejemplo, las 6 de la tarde de un día miércoles, a la derecha de la misma son también las 6 de la tarde, pero del martes. Es decir, los países a la derecha del meridiano 180 estarán ubicados en lo que llamaremos “el hoy” y los que están a la izquierda se encontrarán en “el mañana”.
Moviéndonos hacia el este, hacia donde sale el sol, los relojes deben adelantarse una hora por cada huso horario [2] rebasado y, por el contrario, deben atrasarse cuando se viaja hacia el oeste, hacia donde se pone el sol –ruta de Magallanes–. En cualquier caso, dando una vuelta al mundo completa en un sentido u otro, se ganarían o perderían 24 horas, que habrían de compensarse atrasando o adelantando un día la fecha del calendario.
Los textos talmúdicos de finales del siglo XII se refieren ya a la necesidad de una línea internacional de cambio de fecha. Los académicos sirios y franceses del siglo XIII desarrollaron la "paradoja del circunnavegante", más o menos como sigue. Supongamos que tres personas se reúnen en un lugar fijo: una se dirige hacia el oeste, otra sale hacia el este y la tercera permanece donde está, esperando a que las otras dos completen su viaje alrededor del mundo. A su regreso, el que viajó al oeste habrá perdido un día, mientras que el que viajó al este contará un día más.
Por lo tanto, si el día de partida era un viernes y el día en que los viajeros se reunían de nuevo era el viernes siguiente, según la cuenta de la persona que se había quedado inmóvil, para el que había viajado al oeste y volvió desde el este sería jueves, mientras que el que había viajado al este y volvió desde el oeste consideraría que es sábado.
El empleo del meridiano 180 como línea internacional de cambio de fecha fue ideado por el ingeniero canadiense Sandford Fleming en 1879, y reiterado en un congreso realizado en Washington en 1884, donde se decidió tomar como origen, tanto para la longitud geográfica como para los husos horarios, al meridiano de Greenwich [3] o “primo meridiano”, situando la IDL justo en la posición opuesta a este último.
Nunca ha habido un acuerdo formal para determinar con exactitud la línea de cambio de fecha, evolucionando con el tiempo según los intereses de cada país, cuyos gobiernos tienen potestad para situar su hora oficial en el huso que más les convenga [4]. Así, por ejemplo, al norte de Tonga, Kiribati la ha desplazado notoriamente a la derecha porque, de otro modo, medio país estaría en el “hoy” y el otro medio en el “mañana”. En este caso, para los asuntos y comunicaciones oficiales, la semana tendría solamente cuatro días útiles al repetirse los sábados y domingos, con un día de diferencia, en uno u otro lado.
Cambiar de fecha, solo requiere cruzar la línea. Así, un viaje de unos pocos kilómetros desde Tokelau a Samoa Americana representaría llegar a esta última isla el día anterior al de la salida.
Obviamente, eso de que “cualquier tiempo pasado fue mejor” no está muy claro por estos meridianos, donde el pasado puede ser mañana.
IMÁGENES: Arriba, nace un nuevo día en Tonga. Centro, la paradoja del circunnavegante en un texto medieval. Abajo, la línea internacional de cambio de fecha a su paso por las islas del Pacífico.
[1] IDL o International Date Line.
[2] Se llama huso horario a cada uno de los 24 sectores esféricos en que se divide la superficie de la Tierra. Resultan de repartir los 360º de la esfera terrestre entre las 24 horas que invierte en dar una vuelta completa sobre su propio eje. Cada huso horario mide 15 grados (360º : 24 horas = 15º = 1 hora). Para conocer la hora en algún lugar del mundo se toma como referencia el meridiano 0 o de Greenwich. A partir de él se añade una hora por cada huso horario que se recorra hacia el este y se resta una hora por cada huso que se recorra hacia el oeste.
[3] El meridiano de Greenwich, también conocido como meridiano cero, meridiano base o primer meridiano, es el meridiano a partir del cual se miden las longitudes. Se corresponde con la circunferencia imaginaria que une los polos y recibe su nombre por cruzar por la localidad inglesa de Greenwich, en concreto por su antiguo observatorio astronómico. En España, el meridiano de Greenwich cruza la autopista AP-2 entre Zaragoza y Barcelona.
[4] El horario oficial de España debería atrasarse una hora para igualarlo con la hora de Greenwich u hora solar. El horario actual comenzó a aplicarse en 1942, cuando se adaptó al de Alemania (Hora Central Europea) por la alineación del gobierno de Franco con el régimen alemán. Después, nunca se recuperó el horario en correspondencia con la hora solar.
Fuentes: Ehowenespanol, Blogdebanderas, The Circumnavigator’s Paradox y experiencia propia.