sábado, 29 de abril de 2017

Miserables

He querido dividir este texto en tres partes: las dos primeras a manera de breves proemios para entrar en materia y, la tercera, el tema a desarrollar basándome en las anteriores. La primera esta– me sirve para definir al miserable como una persona ruin, canalla y de malas costumbres o procederes, según el diccionario de la RAE que, profundizando algo más, nos permitiría añadir un rosario de atributos tan poco virtuosos como los dichos: vil, bajuno, despreciable… sin necesidad de mencionar a su infortunada madre, al menos de momento.

Miserables 1Se ocupó de ellos segundo preámbulo– el escritor francés Victor Hugo en su novela del mismo título, Los Miserables, considerada como una de las obras más destacadas del siglo XIX y que, dicho sea de paso, a mí no me lo parece tanto. A través de su argumento, el escritor desarrolla un razonamiento sobre el bien y el mal, sobre la ley, la política, la ética, la justicia y la religión. Algunos de sus personajes son encarnaciones típicas de los tiempos, con acusada sobrecarga de maldad, astucia y prevaricación.

Entrando ya en materia tercera parte–, la realidad desborda largamente a tales desalmados que, en la actualidad, han invadido todos los niveles y actividades públicas, privadas y sociales, incluso el deporte, manipulando torticeramente la realidad y dejando a su paso un reguero de indignación y asombro por la insensatez de sus palabras, juicios y decisiones. Se podría escribir varios tomos sobre las barbaridades de estos descerebrados. Veamos algunos de sus disparates.

Miserables 2Durante una manifestación de la izquierda independentista catalana bajo el lema “desobediencia”, se quemaron fotografías del rey de España y ejemplares de la Constitución Española. Imputados por un delito de injurias a la Corona, decidieron no acudir ante el juez que les citó a declarar, por lo que fueron detenidos por la policía. Pues bien, la alcaldesa de Madrid –de un partido zocato- que, por cierto, fue juez, declaró en una red social que “quemar una foto no puede ser delito”. Obvio que no puede ser delito quemar cualquier foto, pero sí lo es –como en otros países- quemar la de nuestro rey, siquiera por el debido respeto y sin más consideraciones. Si en la plaza de mi pueblo se me ocurriera quemar una foto de mi mujer que no lo haré–, las feministas montarían en cólera por una simple foto y hasta, muy probablemente, me increparían como machista y otras lindezas al uso en ese colectivo.

En el ámbito deportivo sobresale por su estupidez, prepotencia e incontinencia verbal, que no por sus éxitos recientes, –eliminado de la Copa de Europa- el entrenador del primer club de fútbol de Cataluña. Este iluminado personajillo se permitió poner en duda la limpieza del sorteo de la FIFA que emparejaba a los clubs para los últimos encuentros de la citada competición declarando, con mucha sorna, que les tocaría el equipo más difícil [1]. Los destarifados medios catalanes aplaudieron el desbarro hasta con las orejas.

Miserables 3Seguidamente tocó cuestionar a Cristiano Ronaldo, a quien concedieron el Balón de Oro con más de setecientos votos a favor. El argentino Messi quedó en segundo lugar, logrando menos de la mitad de los votos del legendario 7 madridista. También aquí el susodicho entrenador y los medios cataláunicos han puesto el grito en el cielo. Según ellos, quienes votaron a Ronaldo profesionales del fútbol– no entienden una mierda de este deporte.

La OMS [2] debería incluir a estos histriónicos saltimbanquis en la lista de patógenos nocivos para la salud mental de la humanidad.


IMÁGENES: Arriba, portada de la novela “Los Miserables, de Victor Hugo, publicada en 1862. Centro, los salvadores pirómanos de la patria catalana aplicados a los suyo. Abajo, Ronaldo, indiscutible balón de oro.

[1] Les tocó el PSG francés a quien eliminaron en Barcelona en un partido memorable lleno de “arbitrariedades”. En la siguiente ronda, el Barsa cayó ante la Juventus italiana.
[2]
Organización Mundial de la Salud
.

sábado, 15 de abril de 2017

Mentirosos compulsivos

pinochoSe nos repite constantemente que vivimos en la era de la información. Es cierto. Nunca tanta gente ha tenido acceso a tanta información y conocimiento. Nunca la comunicación ha sido tan fluida, abundante, rápida y omnipresente. Quienes toman las decisiones políticas, económicas, sociales y culturales, jamás han podido hacerlo en mejores condiciones. El mundo debería estar mejor que nunca, aunque todos sabemos que no es así. ¿Por qué? El escritor francés Jean-François Revel [1] nos da la respuesta:

"La mentira es la primera de todas las fuerzas
que gobiernan el mundo"

Cuando vuelas con aerolíneas baratas, las esperas en los aeropuertos suelen ser largas. La tradición se cumplió en Barcelona, tratando de volar a Roma. Un joven catalán, muy amable y exquisitamente educado, viajando a su nuevo empleo en una capital europea, vecino de mesa y café, nos contó sus experiencias como ex becario de Erasmus que incluso dice– fueron publicadas en la prensa digital [2]. Una conversación larga e instructiva que voy a tratar de resumir.

      “Te vas de Erasmus [3] a Londres, y descubres que existe vida fuera de nuestro pequeño planeta catalán. Que la Caixa no es tan importante si se compara con el HSBC o el Comercial Bank of China. Que solamente una ciudad como Shanghái tiene 20 millones de personas, es decir, tres veces toda Cataluña.

Barras ARAGÓN      “Descubres la verdad. Que lo de las cuatro barras de Wifredo el Velloso sólo era una leyenda, un mito sin fundamento histórico [4]. Ni Wifredo fue contemporáneo de ningún emperador franco ni se usaba la heráldica en aquel siglo. Además, hasta la unión con Aragón, el emblema de los condes de Barcelona fue la cruz de San Jorge: una cruz de gules sobre campo de plata.

      “Descubres que la sardana la inventaron en el año 1817. Fue un tal Pep Ventura, que tampoco se llamaba Pep sino José, nacido en Alcalá la Real [5], provincia de Jaén, e hijo de un comandante del Ejército español. Se la inventaron, porque no podía ser que la jota de Lérida o de Tarragona fuese el baile nacional catalán y mucho menos la danza a la que llamábamos el españolito. Por eso se inventaron la sardana a comienzos del siglo XIX: para crear una identidad nacional inexistente hasta entonces.

      “Compruebas que en 1714 no hubo ninguna guerra catalana-española y que Cataluña no participó en ninguna derrota bélica. Fue una guerra entre dos candidatos a la Corona de España. En todos los territorios del reino hubo partidarios de los Austrias y de los Borbones: Madrid, Alcalá y Toledo lucharon en el mismo bando que Barcelona. No fue, como intentan venderlo, una guerra de secesión sino de sucesión: ningún bando aspiró nunca a romper la unidad dinástica entre Castilla y Aragón ni la separación de Cataluña. La Diada [6], pues, un mito, otra mentira más.

      “Te das cuenta de que los nacionalistas nos han tomado el pelo. No nos han educado, sino manipulado. Nos han alimentado con una ideología total que se encuentra por encima de cualquier otra consideración. Lo abarca todo: permite pisar los derechos de las personas, modelar la historia a su gusto y determinar lo que está bien o lo que está mal. Compruebas que nos han adoctrinado a través de mitos, leyendas y mentiras. Que han construido o falseado una realidad con tal de fundamentar su ideología.

La verdad no se puede ocultar siempre: viajar es una poderosa vacuna contra la estupidez, los populismos, las majaderías y los complejos individuales o colectivos.


IMAGénes: Arriba, el muñeco Pinocho con la nariz crecida por mentiroso. Abajo, las barras del Reino de  Aragón en un manuscrito medieval conservado en la Bayerische Staatsbibliothek de Munich.

[1] Jean-François Revel, El conocimiento inútil, Premio Chateubriand 1988, Planeta 1989.

[2] Alerta Digital: Carta de un catalán sobre los mitos y mentiras con los que creció y fue educado.

[3] El programa europeo de becas Erasmus tiene como objetivo atender a las necesidades de enseñanza y aprendizaje de todos los participantes en educación superior y en formación profesional de grado superior, incluidos los estudios de doctorado.

[4] Esta leyenda se refiere al origen de las barras de la bandera y escudo del reino de Aragón, de la que Barcelona, y no Cataluña, fue un condado. Wilfredo el Velloso resultó herido en una batalla - que ganaron – contra los normandos (francos), peleando junto a su rey de Aragón quien le dijo que, por su valentía, le concedería lo que pidiera. El conde le solicitó un escudo de armas y el rey mojó cuatro dedos de su mano en sus heridas y los pasó por el escudo supuestamente dorado de Wilfredo el Velloso. De esta manera el escudo quedó marcado con cuatro barras de sangre.

[5] El País: Alcalá la Real reivindica el origen andaluz del creador de la sardana moderna. La localidad jienense homenajea a Pep Ventura.

[6] La Diada o fiesta nacional catalana celebra (?) la derrota de Cataluña en una supuesta guerra de secesión que nunca existió.

sábado, 1 de abril de 2017

Alcohólicos sinónimos

Como es sabido, el Islam prohíbe las bebidas alcohólicas, aunque cada país, emirato o sultanato aplica la veda con mayor o menor rigor. Por un camino u otro, fácil o dificultoso, siempre encuentra uno la manera de echarse un trago. [1]

Alcohólicos sinónimos 1

En Arabia Saudita, por ejemplo, el alcohol está totalmente prohibido por ley: ni comprar ni vender ni consumir… ni siquiera pensar, aseguran. Aun y con eso, las malas lenguas sostienen que en cada hogar saudita existe un alambique o una destilería casera sin nada que envidiar a las utilizadas durante los 13 años de ley seca en los Estados Unidos. Algún artefacto así tendría mi amigo Bob, holandés residente en Riad, porque nunca nos faltó un alcohol de 90º con el que prepararnos unos cubalibres de Pepsi que nos producían unas resacas imperiales. La Coca Cola estaba prohibida para los saudíes en aquellos gloriosos años de mi juventud.

En Bangladesh, al menos en su capital, Dacca, era más sencillo. Existía una tienda, una única tienda cerca del aeropuerto donde los extranjeros, previa comprobación de nacionalidad con su pasaporte, podíamos adquirir bebidas alcohólicas prácticamente sin ninguna restricción. En ella descubrí, junto con mi colega inglés Bentley, el vino Yellow Tail australiano y la cerveza coreana Hite de las que nos hicimos adictos. Carísimo todo, eso sí.

Alcohólicos sinónimos 2En Qatar, donde trabajé una temporada larga, el consumo de alcohol está restringido en todo el país, pero no es imposible. Se puede beber legalmente en los hoteles de 5 estrellas que albergan restaurantes y discotecas autorizadas. A la entrada te piden el pasaporte para demostrar que eres un extranjero documentado y porque existen restricciones, aunque no tengo muy claro en qué consisten. En la recepción anuncian que las mujeres qataríes no están autorizadas a entrar en esos lugares pecaminosos, ni solas ni acompañadas.

Lo más curioso en Doha es la licorería o, como la llamábamos con cariño, “la tienda de los borrachos”. He dicho "la" porque solo hay una en todo el país y para acceder a ella necesitas una docena de papeles y documentos previos a la concesión de la tarjeta que te autoriza a entrar y a comprar. Un guardia de seguridad prohíbe el acceso a quien no posea la cartulina.

Alcohólicos sinónimos 3Como disponía de un visado oficial de la Qatar Petroleum, pedí a mi jefe su necesario permiso sí, necesario el permiso de tu jefe para solicitar la tarjeta–. No fue una buena idea. El tipo era un afgano de luenga barba y ojos de loco, peregrino a la Meca sin faltar cada año. No me lo concedió. Le puse a parir, en español, claro, para que no me entendiera las referencias a su puta madre y cosas por el estilo. De hecho, nadie tenía la tarjeta allí, ni moros ni cristianos.

Sin embargo, mi otro jefe, el de la consultora internacional que me había contratado para aquel trabajo, y que se pasaba todo aquello por el arco del triunfo, me dio el permiso sin ninguna pregunta. Había que presentar también el contrato, porque la autorización solo permite un determinado gasto al mes, proporcional a tu salario. Cuando entregas a la autoridad correspondiente estos documentos y algunos más, incluyendo copia notarial de todas las páginas del pasaporte, te preguntan, muy interesados, por tu religión. No estoy seguro de que autoricen a todo el mundo pero sé que algunos a los que les gustaba chupar no se atrevían a pedirla. No quedaría muy bien llamándose Mohamed o Mustafá.

Si el establecimiento es ya un lugar de pecado, todavía hay una zona donde éste alcanza cotas mucho más elevadas: la sección del cerdo.

Pero esa es otra historia que les contaré en otra oportunidad.


IMÁGENES: Arriba, brindis con tinto. Centro, sencillo alambique de fabricación casera. Abajo, botella de vino australiano.

[1] Una azafata de aerolínea europea me aseguró que todos los vuelos que despegan de algún aeropuerto del Golfo llevan una provisión doble de bebidas alcohólicas y que, aún así, resulta difícil llegar a Europa con algún sobrante. Existen pasajeros que se pasan todo el vuelo libando lo prohibido. Eso sí: todos se declaran musulmanes islamistas rigurosos en sus respectivos países.

Fuentes: Gulf Times y experiencia propia.