sábado, 26 de abril de 2014

Razón, reflexión e intuición

La razón es un término que se puede definir desde varias perspectivas, desde la aritmética a la geometría. Sin embargo, la razón, como mayormente se conoce a este vocablo, corresponde a un concepto propio de la filosofía que ha sido utilizado para hacer referencia a aquella facultad humana para resolver problemas con distintos niveles de satisfacción.

No obstante, gran parte de lo que decidimos en nuestra vida no es fruto de la razón meditada sino de la intuición espontánea. Las intuiciones parecen surgir de la nada, pero la psicología y la neurociencia tienen cada vez más claro de dónde provienen: son el resultado de procesos inconscientes de la mente. En muchas actividades de nuestra vida no hay tiempo para considerar de una forma reflexiva y razonada todas las opciones posibles hasta quedarnos con la mejor. Veamos.

Problemas 1

Ninguno de los problemas siguientes [1] requiere un gran esfuerzo. Aunque pueden resolverse con papel y lápiz sin ninguna dificultad, merece la pena intentar solucionarlos mentalmente y anotar la respuesta para una comprobación posterior.

1 – Un nenúfar dobla su tamaño cada día. Si tardó 48 días en cubrir por completo un estanque, ¿cuántos días le llevó ocupar la mitad del estanque?

2 – He comprado un lápiz y una goma de borrar por 1,10 euros. Si el lápiz cuesta un euro más que la goma, ¿cuánto he pagado por la goma?

3 – Cinco máquinas necesitan cinco minutos para fabricar cinco tuercas. ¿Cuánto tiempo tardarían 100 máquinas para fabrican 100 tuercas?

Estos tres enunciados forman parte de un test de la Universidad de Yale cuyo objetivo no consiste en medir la habilidad lógica o matemática de un sujeto sino, más bien, averiguar qué tipo de razonamiento tiende a emplear una persona al enfrentarse a un problema.

problemas pensadorAunque, por lo general, todos tendemos a considerarnos personas racionales, utilizamos el razonamiento intuitivo mucho más habitualmente de lo que estaríamos dispuestos a admitir, lo que nos lleva a responder de manera equivocada a problemas como los anteriores. Solo la reflexión nos hará percatarnos de que las respuestas son incorrectas.

Si el resultado a los problemas anteriores fue de 24 días, 10 céntimos, y 100 minutos respectivamente, se trata de tres respuestas intuitivas, pero erróneas, que nos vienen a la cabeza cuando leemos el enunciado por primera vez. No pasa nada: casi la mitad de los más de 3 000 estudiantes de ocho universidades americanas de primera línea que realizaron el test también fallaron.

¿Qué hace que una respuesta nos venga de inmediato a la mente? El enunciado del primer problema menciona la cifra 48 y la palabra “mitad” lo cual, de manera inconsciente, nos hace pensar en el número 24 como mitad de 48. Sin embargo, la respuesta correcta que se obtiene razonando un poco es 47: si el nenúfar cubrió por completo el estanque el día 48 después de doblar el tamaño que tenía el día 47, ese día debía ocupar ya la mitad del estanque.

Al leer el segundo problema por primera vez, prestamos atención a las cifras 1,10 y 1 que inmediatamente sugieren 0,10 como respuesta. Sin embargo, el valor de la goma es de 0,05 euros. Por último, en el tercer problema, al oír el número cinco en tres ocasiones diferentes podemos pensar que, al variar dos de los parámetros de cinco a 100, lo mismo debería ocurrir con el tercero, en cuyo caso habremos errado de nuevo. La respuesta correcta es 5 minutos.

Dice mi mujer que a la hora de enfrentarnos a cuestiones importantes, deberíamos reprimir nuestra intuición y reflexionar un poco


IMÁGENES: Arriba, problemas. Abajo, Pensador de Auguste Rodin.

[1] Tomados de la revista “Investigación y Ciencia”, Enero 2013.

3 comentarios:

Jorge dijo...

Y una parte muy grande, señor Gutiérrez, que es mucha verdad que primero tomamos las decisiones y después las justificamos y no al revés.

Unknown dijo...

Hola. Según el inefable Eduard Punset, salvo en problemas "matemáticos" como los que has planteado, el razonamiento intuitivo es siempre el correcto, ya que evalúa datos que escapan a nuestro "consciente".

Un abrazo.
Juan (Zaragoza)

Elías B. dijo...

Muy bueno Félix! Hace dudar, es cierto.