sábado, 22 de junio de 2013

Elegía de los tontos y el poder

En los tiempos del libro del Apocalipsis de San Juan, capítulo sexto, cada jinete tuvo su propio rostro y su propio nombre: la victoria, la guerra, el hambre y la muerte. Con esos trazos, el universal Blasco Ibáñez escribió, en 1916, Los cuatro jinetes del Apocalipsis, una novela clasificada entre las cien mejores obras literarias del siglo XX.

Los cuatro jinetes del Apocalipsis (Alberto Durero)De haber vivido en el XXI, el novelista no hubiera dudado en incluir un quinto jinete de innumerables rostros y nombre epiceno colectivo: los tontos con poder. Una masa amorfa que lo invade todo: la empresa, la universidad, las oenegés, la comunidad de vecinos y, sobre todo, la política.

El síndrome de poder de los políticos, es como una droga de orgullo que los aleja de la realidad, los rodea de un halo de mema arrogancia, los vuelve impermeables a la crítica y refractarios a la sensatez. Son más visibles porque están más expuestos a la luz pública: “Hasta ahora, solo los de la familia sabíamos que era tonto. Desde que lo han hecho ministro, lo sabe todo el país”. Ricamente instalados en su poltrona, no sienten el menor remordimiento cuando una pobre mujer se lanza por la ventana en el momento en que la despojan de su casa por culpa de unas leyes manipuladas y probablemente injustas.

Vázquez Figueroa, si no recuerdo mal, dijo algo así como que “cuando se le concede poder a un miserable, el miserable no se vuelve poderoso, es el poder el que se vuelve miserable.” Sustituyan miserable por estúpido y busquen modelo entre los ladronzuelos y sinvergüenzas que se ocultan en mullidos escaños y lujosos despachos, bajo el paraguas protector de las siglas de cualquier partido o sindicato. No se confíen. Un tonto situado en el lugar preciso puede causar un daño irreparable. ¿Les suena…?

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En un delicioso ensayo sobre la estulticia humana, el italiano Carlo Cipolla aporta algunas leyes fundamentales:

1. La posibilidad de que una persona sea estúpida es independiente de cualquiera de sus otras características.
2. Tratar con tontos deriva infaliblemente hacia una irremediable pérdida de tiempo, cuando no de paciencia.

Es mejor negociar con una persona lista que con una tonta. Se puede intuir la lógica de una persona inteligente. Con un estúpido, cualquier razonamiento sensato resulta imposible.

Seguirán existiendo por los siglos de los siglos. Contra la estupidez, hasta los dioses luchan en vano. En todas las organizaciones hay tontos necesarios para que los listos avivados puedan manejarlas a su gusto. La estructura del poder crea huecos y los reserva para este tipo de personajes que aparecen como imprescindibles a pesar de su mediocridad. Dice mi mujer que no son líderes ni siquiera malvados –que para eso se requiere inteligencia– sino, sencillamente, estúpidos que aprendieron cómo funciona el sistema.

Termino con un par de anotaciones memorables. Una de Frank Lloyd: “Estoy completamente a favor de mantener las armas peligrosas fuera del alcance de los tontos: empecemos con la máquina de escribir.” Y otra, el principio de Peter: “Con el tiempo, todo puesto de responsabilidad tiende a ser ocupado por un estúpido, incompetente para desempeñar sus funciones.”

Jaculatoria: De los tontos con poder, libera nos Domine.


IMÁGENES: Arriba, grabado “Los cuatro jinetes del apocalipsis”, de Durero (1498). Abajo, frontispicio y capiteles del Congreso de los Diputados (Madrid).

13 comentarios:

Mariano Jesús Mingo Naval dijo...

Félix, encantado de leerte, como siempre.
Sobre el tema de los tontos hay una frase que me gusta especialmente y que se atribuye, no sé si con acierto o no, al canciller alemán Adenauer. Viene a expresar algo así como que Dios hizo una cosa mal, ponerle límite a todo excepto a la estupidez. Se aplica a los casos que tú expones.
También aquella otra, mucho más castiza, que afirma que «el que vale, vale, y el que no, va para jefe».
Un fuerte abrazo.

Pascale Lora Schyns dijo...

Excelente articulo, como siempre! Y lo peor es que parece que son cada vez mas numerosos los tontos!

Ramon Tejeiro dijo...

Lo triste de esto es que la sabiduría empuja a la moderación y al fatalismo, de manera que en lugar de una revolución, nos estamos conformando con pensar que no hay bien ni mal que dure cina años y que algo tendrá que ocurrir que repare este absurdo.
En todo caso, el diagnóstico de Félix es clarividente, lo que no está tan claro es el remedio.

Primavera G. dijo...

Veo que te has enfrascado en los temas que nos rodean hoy en día. Muy bueno como siempre. Pero lamentablemente, por lo menos en AL y salvo el caso de Venezuela no hay tantos tontos en el poder, sino que tenemos casos de hombres y mujeres con una soberbia tal y una ambición tal que no tiene límites usando a los necesitados como escudos con un fuerte provecho propio. Son inteligentes y muy difíciles de neutralizar. Tan difíciles que en la mayoría de los casos hasta crean dentro de sus huestes la oposición y fácil de manipular, que termina debilitando a partidos de oposición ya débiles de antes o que se puedan formar en el futuro. Es un brillante caso de estudio y un formidable peligro frente a los avances muy bien estructurados y monolíticos de países como China. Estamos en momentos de inflexión como nunca vi antes.

José Antonio dijo...

Muy bueno y acertado el comentario de hoy, lo compartí en Facebook.

Alberto Q. dijo...

Y sin olvidar aquella ley de Murphy que dice: "Es inútil hacer cualquier cosa a prueba de tontos, porque los tontos son muy ingeniosos". Un placer leerte. Un abrazo.

Oscar dijo...

El Grl Peron decia siempre:"He conocido muchos malos que se han vuelto buenos, pero nunca conoci un tonto que se haya vuelto inteligente"
Oscar

Ana E. dijo...

Tu nuevo escrito, como siempre, redondo, Félix querido.
Aunque sean imprescindibles, en España nos iría mejor con algún número menos de tontos around, ¿no crees?
¿Dónde andas ahorita? Nos, con ese frío casero que llega a Asunción en estas fechas y que lleva a todo el mundo a acurrucarse más.
Abrazos fuertes y tratemos de vernos en España,
Ana

Maribel dijo...

Genial como de constumbre , espero con ilusion tus escritos , no dejes de sorprenderme .Besicos desde el Ebro .
Marichu llama ......me .

Roland dijo...

Excelente, mi estimado Félix, una realidad que vivimos hoy día, tontos con poder, en mi país sobran.

Anónimo dijo...

Si uno es tonto no se le puede echar la culpa. Lo que pasa es que son ignorantes, y perezosos, con ambición y vanidad sin límites, que mesclados dan la tormenta perfecta.

Abrazo, Carlos Leão

Maritsa M dijo...

Gracias Félix
Por esa riqueza que escribes
Buenísima

Antoni dijo...

Muy bueno tu post sobre la tontería y la estupidez.