sábado, 20 de enero de 2018

Noticias de un día cualquiera

Sin ninguna duda, como afirma Carlos Herrera, en España ya no cabe un tonto más. Nos caeríamos al agua o, alternativamente, alguno, para hacer sitio, debería salir huyendo hacia el norte, Pirineos arriba, llevando consigo ese virus tan nuestro de la estupidez, agresivo y temible como la peste. Así lo hizo un cierto personaje que ha logrado expandir su estulticia sobre un eje que discurre desde Irlanda y Bélgica y anega la Andalucía española. Esto es lo que hay.

Ayto DublinNos situamos en el Ayuntamiento de Dublín, donde han decidido izar la bandera catalana durante un mes en “solidaridad” con la ciudad de Barcelona, “condenando la represión y violencia perpetrada por el Gobierno español” (sic). La propuesta ha salido adelante con el apoyo del alcalde de Dublín, del partido nacionalista Sinn Féin, el antiguo brazo político del ya derrotado e  inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés). Este grupo terrorista se enfrentó a los británicos durante casi 40 años, cobrándose la vida de 3.200 personas, la mayoría civiles —dos españoles en el atentado de Omagh en 1998, y dejando un rastro de unos 37.000 heridos.

Me parece de un cinismo perverso la “condena” a una violencia inexistente, supuestamente perpetrada por un gobierno europeo y democrático. Creo que, con ese historial, la exhibición de la estelada, con el apoyo de esa gentuza y al resguardo de tal morralla, les hace un flaco favor a los oníricos independentistas catalanes.

La matraca [1] independentista del día se cuece en el mismo corazón de la tontuna. Desde Bruselas, el beatle “Puigdemente” dice que a ver si “para comprar un endoscopio o un fonendoscopio hay que jurar la Constitución Española”. Como presidente de una autonomía debe jurar un estatuto redactado de acuerdo con las disposiciones constitucionales por lo que, jurando el segundo lo hace igualmente con la primera. No hace falta ser muy listo para saberlo. O tal vez sí: Que no hay campo sin grillo, ni tonto sin lazo amarillo.

Cataluña 2Debería aclarar este huido por qué no compró endoscopios y fonendoscopios con el dinero que le ha venido proporcionando el Gobierno Español quién, si no— o por qué asfixió a las farmacias catalanas dejándoles de pagar el año pasado medicamentos expedidos por más de 207 millones de euros o por qué se invirtieron 20.000 millones de euros en el llamado “proceso independentista” o por qué la Generalitat tuvo o tiene aún más de 200 cargos cobrando por encima del presidente Rajoy o el porqué de la compra millonaria de todos los medios de comunicación catalanes y algunos internacionales… [2]

Lo triste de esta aventura es que muchos españoles estamos ya más que hartos del dichoso process, deseando que se vayan, que formen su aldea vikinga y nos dejen en paz. A sabiendas de que, entre todos, tendremos que hacer frente a la deuda de 52.500 millones de euros que dejaría Cataluña al Estado Español, doble que la de Andalucía, por comparar.

Cataluña 3Aquella mañana del mismo día de autos —nunca mejor dicho—, prensa y telediarios abrían, en directo, con el comienzo de la vista oral a los 22 altos cargos de la Junta de Andalucía implicados en el caso de los ERE [3], donde el desfalco de este llamado “fondo de reptiles” se ha evaluado en unos 850 millones de euros. Canal Sur, la radio y televisión autonómicas, miraban hacia otro lado con la redifusión de un programa gastronómico y una entrevista sobre la cooperación con Palestina respectivamente. No faltaron comentarios y opiniones personales en directo, siempre en defensa a ultranza del PSOE [4] andaluz, como no podía menos de suceder.

Pero no se lo tomen muy en serio: “las noticias de hoy servirán para envolver el pescado de mañana.” (Walter Lippmann, más o menos)


IMÁGENES: Arriba, edificio del Ayuntamiento de Dublín, en Irlanda. Centro, carátula del comic Heart and Brain, de Nick Seluk, Andrews McMel Publishing, USA; obvio, lo de Cataluña Independiente es un añadido. Abajo, la noticia del millonario desfalco en un par de diarios españoles.

[1] Según el DRAE: “Importunación, insistencia molesta en un tema o pretensión”.
[2] Especialmente Financial Times y New York Times, que han perdido toda su credibilidad, al apoyar un proceso ilegal en un país democrático y amigo.
[3] ERE: Expediente de Regulación de Empleo. El caso más grave de corrupción en España, tanto por su enorme cuantía como por el número y posición política de los investigados.
[4] Partido Socialista Obrero Español.

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