sábado, 10 de octubre de 2015

Miedo al 13

La tercera semana de este mes de octubre nos trae un martes 13 que, junto con el viernes 13 en países anglosajones, constituyen días de malos augurios y negros presagios, aunque sus connotaciones negativas no tengan ningún fundamento científico. Sobreviviremos al maleficio, creo.

martes13 5La triscaidecafobia es el miedo persistente, anormal e injustificado al número 13, desde la antigüedad etiquetado como de mal agüero por varias y caprichosas razones. En la última cena había doce apóstoles más Jesús, con Judas, el traidor, como el discípulo número 13. En la Cábala, el Zohar enumera a 13 espíritus malignos. En el libro del Apocalipsis, el capítulo 13 corresponde al anticristo y a la bestia. Una leyenda escandinava cuenta que, en una cena de dioses, el espíritu del mal, Loki, era el invitado número 13. En el tarot, el arcano XIII hace referencia a la muerte, representada por un esqueleto con una guadaña en la mano siniestra con la que va cortando cabezas.

En los aviones de Iberia, Alitalia, Emirates, la panameña Copa y tal vez en algunas compañías más, la fila que sigue a la 12 es la 14. El álbum Alivio de luto, de Joaquín Sabina, tampoco presenta este número: después de la pista número doce viene la pista "+uno". Igualmente, los discos de la banda uruguaya No te va gustar carecen de la pista número 13, pasando directamente de la 12 a la 14.

martes 13 3Veamos el caso del compositor austriaco Arnold Schoemberg. Alcanzó fama por haber “inventado” una nueva forma de componer música, llamada de doce tonos o dodecafónica, cuyo resultando es una melodía disonante y, para mucha gente, dolorosa de escuchar. La razón por la que le menciono aquí no es por eso, sino por su temor irracional al número 13.

Su vida está plagada de anécdotas. Por ejemplo, su ópera “Moses and Aaron” tuvo que volverse a titular como “Moses and Aron”, con una “a” menos en “Aaron”, porque el título original tenía 13 letras. Sus temores alcanzaron un punto crítico al aproximarse su 65 cumpleaños. Convencido de que moriría precisamente ese año por ser divisible por 13 y agobiado por sus miedos, llamó a un astrólogo amigo rogándole le confeccionara su horóscopo. Afortunadamente, su amigo le aseguró que no tenía nada que temer y que sobreviviría a sus 65 años sin dificultad… al menos hasta que el fatídico 13 conspirara de nuevo contra él.

Quedó el músico muy aliviado sabiendo que, al menos, tenía por delante otros 13 años sin ninguna preocupación. Sin embargo, poco después recibió la carta de un nigromante advirtiéndole del peligro que suponían, no solo los números divisibles por 13, sino todos aquellos cuyos dígitos sumaran la fatídica cifra: el 76, por ejemplo. El caso es que el hombre falleció a los 76 años, el 13 de julio de 1950… casualmente divisible por 13.

martes 13 4

¿Qué podemos deducir de esta inquietante historia? ¿Fue realmente el 13 quien mató al ilustre compositor? ¡Por supuesto que no! A Schoemberg pudo matarle la enfermedad o el estrés originado por un miedo irracional. Todos los miedos son peligrosos, sea a determinadas fechas, a las arañas, a los gatos negros, a los martes o viernes 13, a la sal derramada o a los espejos rotos.

Dice mi mujer que la razón y el conocimiento representan el fin de la superstición y de los temores infundados, pero no se lo tomen al pie de la letra. Por si acaso.


IMÁGENES: Arriba, alegoría del martes 13; centro, retrato del compositor austriaco Arnold Schoemberg; abajo, salero derramado.

4 comentarios:

Rafael dijo...

Qué podría yo pensar del nº 13, si nací el 13 de febrero de 1950
Por más que sacáramos datos eruditos sobre dicha cifra, y aún sumando todos ellos, no dejará de ser -el 13- un número más. Y una fecha de nacimiento un día más del calendario ...

Jorge A. dijo...

Completamente de acuerdo contigo respecto al número 13, día de la semana en que cae, juegos aritméticos y matemáticos, así como demás leyendas sobre el numerito de marras, los gatos negros, pasar debajo de una escalera, dejar un paraguas abierto dentro de una casa, echar sal por las esquinas para ahuyentar a los malos espíritus, etc., etc. Y que conste que los citados son de los pocos de los que me acuerdo, porque como a ti, me importan un bledo las sandeces de los charlatanes.

Isabel C. dijo...

Gracias. Como siempre, muy entretenido y ameno. Creí que eso del 13 era solo de mi país pero veo que es mundial, me sacaste de la ignorancia.
Un abrazo.

Papá de José David Escobar dijo...

Interesante y curioso el tema de hoy, no conocía la palabra triscaidecafobia, sin embargo hoy aprendí algo nuevo. Veo que son superticiones de muchos países y muy antiguas. Acá en Guatemala lo he escuchado en personas mayores de edad y por lo regular no practicantes de su fe cristiana. Sin embargo, de todo hay en la viña del Señor.
Buen tema y bendiciones.