sábado, 17 de enero de 2015

Meteorognomía

Sorprende que el diccionario de la RAE no le haya dedicado una entrada a esta pseudociencia que podríamos definir como el conocimiento empírico de los fenómenos meteorológicos. Desconcierta esta negligencia, más cuando España, precisamente, guarda una riquísima tradición meteorognómica en todas sus regiones: “cuando canta el mochuelo, se moja el suelo”, “cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo”, “si llegan las golondrinas, tienes el verano encima” “mayo caliente y lluvioso, ofrece bienes copiosos”… por citar unas pocas muestras.

Calendario ZaragozanoSe trata de una herramienta predictiva de gran potencia –dicen– en los plazos largos, una “ciencia” de observación perteneciente a las primeras etapas del desarrollo de la meteorología. Debió surgir en las culturas neolíticas, cuando el drástico cambio climático obligó a la humanidad a ejercer la agricultura y el pastoreo. Ambas actividades requieren situarse en el tiempo para sembrar y hacer las labores en los momentos adecuados, conducir los rebaños a zonas más propicias en ciertas épocas del año, etc. Fue entonces cuando se planteó la necesidad de establecer patrones del tiempo atmosférico que permitiesen conocer satisfactoriamente la datación precisa de cada estación del ciclo anual.

En la incipiente televisión española en blanco y negro de finales de los 50, la predicción oficial corría a cargo del primer “hombre del tiempo” que tuvimos en nuestro país, el meteorólogo Mariano Medina, un tipo simpático, telonero en los telediarios de la época frente a un mapa de isobaras que se dibujaba, para cada noticiero, a mano alzada. Con todo, la prensa y la radio de mi tribu del norte preferían a Jacinto Sagarna, más conocido como “el pastor del Gorbea”, en referencia al lugar de la montaña vasca donde, de joven, apacentó su rebaño de ovejas.

mateo marianoAmbos, Mariano y Jacinto, colisionaron un día en una predicción en la que el primero aseguró lluvias para el fin de semana, mientras que el pastor prometía unos días soleados. El meteorólogo se comprometió en pantalla a que, si no llovía durante el fin de semana, se afeitaría su poblado bigote. Así fue: el lunes, el bueno de Mariano Medina apareció en la tele sin mostacho, y nunca más se lo volvió a dejar crecer.

Obviamente, en la época, los predictores oficiales no contaban con los Meteosat actuales, el “gran hermano” espacial que vigila, escruta y analiza múltiples aspectos de nuestro planeta. No sé, sinceramente, cómo podrían, con qué elementos contaban entonces para desarrollar aquellas predicciones. Sea como fuere, el método básico del pastor del Gorbea eran las témporas, muy extendidas en las montañas vasconavarras, que pronostican el tiempo de cada estación partiendo de lo acontecido el miércoles, viernes y sábado previos al equinoccio y al solsticio, y en la observación de los vientos, nubes, humos, plantas y animales: “si el rebaño se aprieta, lluvia segura”. No se conocen estudios documentados que avalen este método.

meteo pastorUn fin de semana, nos fuimos de excursión familiar, de aquellas con tortilla de patatas y pimientos verdes fritos, al monte Gorbea. Andaba yo muy ilusionado por conocer al pastor y plantearle unas cuantas preguntas que me bullían en la cabeza. Decepción: hacía ya muchos años que sus pronósticos se cocían en un pueblecito de La Rioja donde tenía una bodega y, supongo –malevo–, que tal vez los vapores del tempranillo y la garnacha tendrían algo que ver con las témporas.

Mi padre decidió echarle un pelín de aventura a la expedición y pernoctamos en la cabaña de uno de los pastores: sin ventilación, con un olor insoportable a leche cruda, cagarruta de oveja, boñiga de vaca y uno especial que se metía muy dentro, el de los quesos madurando en un rincón oscuro del habitáculo. No nos faltaron pulgas, ratones y lirones mitxarroak, enemigos de quesos y hogazas.


IMÁGENES: Arriba, Mariano Medina, el primer "hombre del tiempo" en la historia de la TVE y, sin duda, el más popular, con casi treinta años de labor profesional (1956-1985) frente a las pantallas de televisión, donde demostró su capacidad de comunicación y su rigor profesional. Centro, el Calendario Zaragozano, una publicación anual española que incluye una predicción meteorológica no científica para el periodo de un año, se viene editando desde 1840 y es muy popular y reconocido entre la gente del campo. Abajo, un pastor en el monte Gorbea (1.481m).

1 comentario:

FG dijo...

Un fallo más del Windows 7 ha hecho desaparecer todos los comentarios a esta entrada. Se ha producido después de configurar y realizar una copia de seguridad con el sistema de Windows 7, que es, obviamente, peor que el anterior. Lo siento.