sábado, 14 de octubre de 2017

Vivir sano

El “edadismo”, palabro no incluido en el DRAE, es el término que aúna los mitos y estereotipos asociados con el envejecimiento. Casi ninguno es cierto. Todos pretenden hacernos llegar a centenarios por diversos caminos, proponiendo soluciones cuasimilagrosas basadas en la ingesta diaria de una dosis vital de magnesio, potasio o agua de borrajas, por ejemplo, o en la práctica del sexo tántrico. Entre otros igualmente saludables, de los que tal vez me ocupe en otra ocasión, estos son dicen los que saben de esto los mejores consejos para estar sanos.

Sano 1Todos los días tenemos que comer una manzana, por el hierro, y un plátano, por el potasio. También una naranja, para la vitamina C y una taza de té verde sin azúcar, para prevenir la diabetes.

Todos los días hay que beber dos litros de agua y luego mearlos, que lleva como el doble del tiempo que llevó tomarlos. Todos los días hay que echarse al coleto un yogur Actimel, que aporta al tracto digestivo como un par de millones y medio de lactobacterias cassei inmunitas, que nadie sabe muy bien lo que son pero que, si no las tienes, empiezas a ver a la gente medio borrosa.

Cada día, hay que tomar una aspirina para prevenir los infartos, más un vaso de vino tinto como antioxidante y otro de blanco para el sistema nervioso. ¡Ah! Y una cerveza de un tercio, que ya no me acuerdo para qué era. Tomándolo todo junto, habrá que reservar en la nevera un Red Bull para el día siguiente, salvo que te dé un derrame cerebral con tanta cosa.

Sano 3

Todos los días hay que comer fibra, mucha, muchísima fibra, hasta defecar una bufanda de lana. Hay que hacer entre cuatro y seis comidas diarias, livianas, hipocalóricas, sin olvidarse de masticar 20 veces cada bocado. Haciendo un pequeño cálculo, solo en comer se van como cinco horas. Después de cada comida hay que lavarse los dientes: después del yogur y la fibra, los dientes; después de la manzana, los dientes; después del plátano, los dientes… Y así mientras tengas dientes, sin olvidar pasarte el hilo dental y un enjuague bucal a fondo.

Es conveniente ampliar el baño y meter el equipo de música y la tele y llevarse el móvil, porque entre el agua, la fibra, las deposiciones y los dientes, se pasa uno varias horas al día ahí metido. Se deben dormir ocho horas diarias y trabajar otras ocho, más las cinco que empleamos en comer, 21. Quedan tres, siempre que no te pille algún atasco.

Sano 2Justo las que, según las estadísticas, empleamos en ver la televisión y algo de ordenador compu. Bueno, ya no se puede, porque todos los días hay que caminar por lo menos media hora. Por experiencia: a los 15 minutos hay que darse la vuelta porque, si no, la media hora se hace una.

Obligatorio tener sexo todos los días, pero sin caer en la rutina: hay que ser innovador, creativo y renovar la seducción, aunque esto lleva su tiempo, claro está. También hay que encontrar el momento para barrer, lavar la ropa, fregar los platos, y no te digo si tienes perro o hijos.

A mí la cuenta me da unas 30 horas diarias. La única posibilidad que se me ocurre es hacer varias cosas a la vez. Por ejemplo: ducharse con agua fría con la boca abierta, mientras se ingieren los dos litros de agua reglamentarios. Salir del baño con el cepillo de dientes en la boca e ir haciéndole el amor tántrico— a tu pareja por el pasillo, camino del desayuno.

Si te queda una mano libre, tómate el vino tinto y el blanco a la vez, y añade una cucharadita de colágeno hidrolizado con ácido hialurónico, que favorece la regeneración del cartílago de las articulaciones.

Les dejo, porque con el Actimel, el potasio, la cerveza, el segundo litro de agua y la tercera comida con fibra, se me ha activado el tracto digestivo y necesito evacuar con urgencia.

Perdonen ustedes.


IMÁGENES: Arriba, lactobacterias casei. Centro, fibra, mucha fibra. Abajo, colágeno para las articulaciones.

Fuentes: Cebanatural, Foro de Seguridad, Skomodo y Carlos Bento Company.

5 comentarios:

Laura G. dijo...

"Todos los días hay que beber dos litros de agua y luego mearlos, que lleva como el doble del tiempo que llevó tomarlos". Sin desperdicios. Me reí muchísimo. ¡Simpático!

Primavera G. dijo...

Te pasaste hoy, está buenísimo eso de Vivir Sano, sobre todo después de que ambos conocemos más de un indígena Boliviano, Peruano o Paraguayo que ha vivido mas de 100 años.

Empecé gracias a ti, un fin de semana riéndome mucho. Además de buen escritor costumbrista, no sabía tus dotes de hacer reír.

Desde este pequeño país del Sur, un poquito más complicado cada día, te mando un abrazo.

Guillermo dijo...

Divertidísimo el artículo. Pero te has dejado la famosa pastilla o bebida anticolesterol. El colesterol ha sido un gran negocio para las farmaceúticas, haciéndonos ver que cierta sustancia de nuestra sangre que decían que era malísima (mentira que sea mala) si sobrepasaba un cierto límite (puesto muy bajo a propósito para que casi todo el mundo lo sobrepasara) se iba a acumular en las arterias y nos moririríamos (mentira que se acumulase en las arterias).
Un saludo!

Guillermo dijo...

Prefiero eso de "vive feliz aún cuando sean 10 años menos"

Jorge J. dijo...

Me he reído mucho con tus ocurrencias para llevar una vida sana, aunque al final termines espichándola. Y como dice Guillermo, más vale vivir 10 años felices que no 100 hecho un hipocondríaco. Tengo una cosa clara, ahora nos están dando la barrila con que vamos a llegar a vivir 120 o 150 años, pero no se dice en que condiciones. Yo no me imagino como una momia paseando por la calle y sin un euro en el bolsillo para tomarme una caña. Aparte, que siendo eso, un anciano al estilo Salomón, no creo que pueda dar dos pasos y menos echarme un trago de vino o de whisky (agua de la vida) al coleto. Que me quiten lo bailao si mi balance vital cae más del lado positivo que del negativo.

Ah, hablas de lo que se dice que hay que comer y beber para tener una vida sana, pero no haces mención a la cantidad de mierda camuflada que nos meten en esos productos "sanos"

Hoy sí, hoy me has hecho reír.